Compota de Apple. No mezclar parias con manzanas.

Es curiosa la patria. Sangrienta a lo largo de la historia. Manipuladora. Machista, por como terminará la copla. En mi pueblo, durante un tiempo, la “t” de la casa cuartel estuvo caída. Más tarde, con la expansión de la ciudad ese edificio fue arrumbado, alma en pena, y alguien borró la “a” del artículo y pintó una “e” delante.

Tal vez fue algunos de esos que fusionando bancos y cajas pasan al raso su prima de riesgo junto al edificio abandonado. Hablan de patria y yo…sueño con melones encima de la mesa.

David Foster Wallace escribió el Rey Pálido antes de colgarse; había estado estudiando economía, cuentan. Hace unos días, mientras Zuckerberg se iniciaba en ese juguete de destrucción masiva que es la Bolsa, a Apple le salía a devolver la declaración en España. Es normal que Wert, ministro de cultura a la sazón, trate de incorporar en los planes de estudio previstos para la reconversión de eso llamado Educación para la Ciudadanía nociones sobre iniciativa privada y finanzas. Las páginas salmón de los periódicos son un inductor potente; la homofobia mejor escorarla, respaldo por omisión, que de algún modo hablar de ellos los normaliza y eso disgusta a los de la e-pístola. Conjuras de Juego de Tronos, Teleshakespeare. Lo que descarga la religión a menudo son conciencias. Al menos las relaja (no siempre esto es nocivo), como una cuña comercial de hidromasajes.

La abuela decía quien más suele enarbolar el patriotismo a menudo evade impuestos. Suspicacia rural, apostillaba. El chovinismo en la sociedad hiperglobalizada es tan lábil, tan éter, tan tango, tan blues; la adoración que la marca genera desdibuja la más elemental de las conciencias, por puro prejuicio que esta sea. Repsol y cierra España. Rivas fue meridiano hablando de lo mismo pero en otras cosas.

La manzana mordida iluminada, una enunciación barroca deslizada hacia el misticismo y las líneas suaves de la tecnología. La imagen total, el logo, sintetizando trascendencia y funcionalidad. Un libro debe hacerse como un reloj y venderse como un chorizo, Girondo dixit. Así parece cumplirse la arquitectura empresario-fiscal de compañías como Apple: hila bien la madeja, diversifica, y ocupa el mundo, derrámate… be water my friend. Es normal, los árboles crecen así. Esa filosofía es la tendencia, el Know-how, el way of life on air. Urbi et orbi. Cuanto más opacas se vuelven las empresas, más trasparentes hacen sus sedes (I love El Roto). No dejes que las manzanas te impidan ver el gusano.

 

 

La patria es una fulana, menos mi madre y mi hermana, no hay un coño que no esté en venta.

Torrente.

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