El pasado mes de Diciembre, comentábamos que el gobierno estaba preparando un nuevo Canon digital tras la anulación del Supremo del pago del canon de 2012 que se incluía en los presupuestos generales.
Pues bien, la Asociación de Internautas ha tenido acceso al borrador sobre el que se está trabajando para la modificación de la Ley de Propiedad Intelectual y las noticias no son buenas. El texto plantea un pago de canon por copia privada tal como ya ocurrió hace 14 años. El borrador hace su propia interpretación de “copia privada” para incluir la descarga de contenidos desde “fuentes legítimas” que puedan realizar los usuarios al margen de que le vayan a dar o no, un uso comercial, lucrativo.
Según el borrador la definición de copia privada será la siguiente
a) Que se lleve a cabo por una persona física exclusivamente para su uso privado, no profesional ni empresarial, y sin fines directa ni indirectamente comerciales.
b) Que la reproducción se realice a partir de una fuente lícita y que no se vulneren las condiciones de acceso a la obra o prestación.
c) Que la copia obtenida no sea objeto de una utilización colectiva ni lucrativa, ni de distribución mediante precio.
Esto en la práctica afectará a los dispositivos que permiten el acceso a plataformas legales como Netflix, Amazon Prime Video o Spotify entre otros, con sus sistemas de descarga para ver ‘offline’ o sin conexión. Tal y como comenta el abogado experto Carlos Sánchez Almeida en declaraciones al diario Publico:
“Vas a tener que pagar por cualquier dispositivo que permita hacer ese tipo de copias: en la práctica quedan gravados móviles, ordenadores portátiles o tabletas donde se pueda ver Netflix o Amazon Prime”
Una vuelta de tuerca más en una historia que parece no terminar, en la que una banda de ineptos e ignorantes políticos legisla para sus amigos del lobby de gestión de derechos de autor. La realidad es que en la actualidad las nuevas plataformas de streaming o de pago por visión están acabado a marchas forzadas con las copias (y de paso con la tele tradicional) pues ha dejado de tener sentido, dado el bajo coste de estos servicios y su gran catálogo. El texto nos devuelve de nuevo a 2003, con una propuesta que ya resulta infame para aquella época, pero que en 2017 tiene todavía menos sentido.
El final de este camino, sino lo remediamos los ciudadanos es que subirá el precio de los dispositivos tecnológicos de todo tipo como móviles, tabletas, ordenadores, SmartTV, etc.
Pueden consultar online el nuevo texto del borrador para la Ley de Propiedad Intelectual