Utilizamos Gmail cada vez más usuarios y se está convirtiendo en prácticamente un estándar para el correo electrónico. Desde luego el servicio aparentemente gratuito que nos ofrece, es prácticamente inmejorable pero sabemos que no hay nada gratuito pues la realidad es que el producto somos nosotros y nuestros datos. Dejando esta consideración al margen, que daría para mucho debate vamos a comentar cómo solucionar algo que nos ocurre en Gmail en muchas ocasiones y que es un enorme incordio.
Hablamos de las direcciones frecuentes que se van memorizando para que al comenzar a teclear un email, si lo hemos utilizado con anterioridad, es decir, si hemos recibido o enviado un email a ese contacto, pues aparezca rápidamente. Esto aunque pueda parecer útil en ocasiones agilizando el envío, puede ocasionar problemas pues es muy sencillo que enviemos un email a la persona o empresa equivocada ¿Te suena verdad?
La causa es que Google memoriza y añade a Contactos, cualquier dirección de correo electrónico a la que mandamos o desde la que recibimos un email.
Si te quieres eliminar una de estas direcciones (por que se parece mucho a otra a la que mandas correos habitualmente) solamente tienes que pulsar en el menú superior izquierdo donde pone Gmail y seleccionar Contactos.
Aquí accedemos a Contactos frecuentes donde puedes ver los que se usan habitualmente. Solamente tendrás que localizarlo y borrarlo. Desde entonces, el inteligente sistema de Google ya no se acordará de esa condenada dirección de correo que se parece a esa otra que usas con frecuencia y que te ha causado problemas.