Parece que a Apple le viene rondando por las meninges el diseño y comercialización de un reloj inteligente, una especie de hijo bastardo del iPod nano que, según circula por los mentideros de la Red, podría estar ya en fase avanzada y perfilándose como un nuevo dispositivo de la empresa de Cupertino.
Este reloj inteligente, el iWatch, se enmarca dentro de las iniciativas de otras grandes marcas, como el Smart Watch de Sony o el defenestrado Microsoft Spot. Esas tentativas de relojes de datos nos acercan cada vez más fielmente a la estética cinematográfica del futuro, aunque la tecnología como tal –presente ya en otros muchos artilugios–, gana en ocasiones por una cabeza a los más alucinadas distopías.
El iWatch sería un nuevo gadget independiente del iPod, pero claramente complementario, tanto de éste como del resto de dispositivos Apple (iPhone, iPad…). Sus usos podrían perfilarse desde la recepción de llamadas, consulta de correos y reproducción de música, hasta la optimización del asistente de voz Siri para el dispositivo y su sincronización con otros aparatos dentro de “el internet de las cosas”. A priori, parece resultar más un lujo de diseño tecnológico que un dispositivo novedoso, dado que no dejaría de ser un smartphone adherido a la muñeca.
O algo así debe pensar ese tatuador de Nueva Jersey que, tomándose la justicia por su mano, como salido del trazo de un cómic, llegó a implantarse cuatro imanes en la muñeca a fin de poder lucir su iPod nano como si de un reloj se tratase. iDermia lo llaman. Extraña justicia poética y relato del progreso, nostalgia del futuro.