Ouya, la consola low cost de código abierto.

Kickstarter es una plataforma norteamericana de financiación de proyectos online, lo que en jerga empresarial viene denominándose crowdfunding, donde cualquier innovador puede presentar un proyecto a la espera de recaudar capital para su desarrollo entre los internautas.

Desde su aparición en 2008, ya ha anunciado más de 11.000 iniciativas, ha recaudado más de 100 millones de dólares y ha conseguido que casi el 50% de los proyectos hayan llegado a buen puerto. Sus iniciativas más sonadas han sido Pebble, un “reloj inteligente” que se conecta por Bluetooth tanto al iPhone como a cualquier móvil Android, con pantalla de tinta electrónica, batería de siete días y un kit de desarrollo (SDK) con el que los programadores podrán crear aplicaciones para el mismo; otro de sus proyectos con más repercusión fue  el videojuego Double Fine Adventure.

 

Ahora Kickstarter vuelve a la cargo con un nuevo proyecto, Ouya, una videoconsola de código abierto basada en Android y cuyo precio rondará los 100 dólares, unos 80 euros. Este boceto de caja de juegos digitales que incorpora un procesador Tegra 3 y mandos inalámbricos, consiguió recaudar en menos de 2 días casi 3 millones de dólares, cuando lo requerido en el llamamiento inicial era únicamente 1 millón.

Ouya, la consola low cost de código abierto.

 

Pensada sobre todo para descargar juegos de Internet y jugar en línea, con ocho gigas de memoria interna, dos mandos y un considerable motor gráfico, y orientada a las posibilidades y maleabilidad que el usuario quiera incorporar a través de su programación en código abierto (bienvenidos háckers, pudiera ser un lema), su estrategia no es competir con colosos como PlayStation, Xbox o Wii, centrados últimamente en la interacción (Move, Kinect, etc), y que en un futuro tal vez llegue a incorporar, sino que Ouya trata de ofrecer a bajo coste el entretenimiento tradicional del mando y la pantalla del salón. Al leer sobre ello pensaba en Ouya como un Frankenstein de todas las consolas que fueron en el siglo 20.

 

Para su promoción, supongo que apelando a su karma indie y alejado de la corriente principal, sobre todo en lo que se refiere a las posibilidades del código abierto en videoconsolas, juegan a deformar esa frase icónica de la canción que Gil Scott Heron, poeta y precursor del rap, compuso en 1974: La revolución (no) será televisada.

 

Para quien pudiera estar pergeñando algo por ahí, apuntar que, en España, plataformas del estilo de Kickstarter, aunque más modestas, podrían ser Goteo.org, o Lanzanos.com.

 

 

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